Para que los Consejos Escolares, se integren, se registren pero sobre todo para que funcionen, hay personal en las Coordinaciones Regionales de Desarrollo Educativo (CORDE) que podrán orientarlos.
El personal de CORDE es el encargado de orientar y capacitar a los Jefes de Sector, Supervisores Escolares, Directores, Maestros, Padres de Familia y ciudadanos en general sobre el funcionamiento de los Consejos Escolares de Participación Social.
Son los asesores técnicos los encargados de dar capacitaciones y de visitar a las escuelas para dar seguimiento a la operación de los consejos escolares.
Adicionalmente en cada CORDE, existe un Responsable de Participación Social quien integra un expediente por cada una de las escuelas de educación básica de su región con el Acta Constitutiva, las copias de las sesiones, asambleas y el informe de Transparencia que cada escuela sube al Registro Público de Consejos Escolares. (REPUCE), todo esto es para dar seguimiento a la operación de los Consejos Escolares.
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Es la intervención de los ciudadanos en la toma de decisiones respecto al manejo de los recursos y las acciones que tienen un impacto en el desarrollo de sus comunidades.
La Participación Social en la Educación requiere de la colaboración -sistemática y organizada de actores sociales como los padres de familia y representantes de sus asociaciones, maestros y representantes de su organización sindical, directivos escolares, ex alumnos, así como los demás miembros de la comunidad interesados en trabajar con el fin común del mejoramiento del centro escolar. En este sentido, los citados actores enfocan sus intervenciones en las decisiones que competen a la organización e instrumentación de los servicios que se ofrecen en las escuelas. Implica por supuesto, que participen en la planeación, el seguimiento y valoración de las acciones educativas a fin de optimizar la calidad del servicio prestado.
Asimismo, esta participación requiere atender la transparencia en la información y la rendición de cuentas.
Sobre la Participación Social a través de los Consejos Escolares.
La acción decidida y comprometida de la ciudadanía en los asuntos educativos contribuye a la concertación de las voces y los esfuerzos de los agentes sociales vinculados -en diferentes niveles y alrededor de diversas tareas- con las acciones educativas.
La Participación Social en la Educación tiene como principal objetivo lograr la autogestión de las escuelas, mediante la ampliación de su margen de toma de decisiones para coadyuvar en la construcción de una eficiente planeación estratégica de los centros escolares. La gestión escolar así entendida, no se reduce a la función exclusiva del director, sino que incluye la dimensión del trabajo colegiado, impulsando la participación activa de la comunidad escolar, incluyendo a los actores externos.
La Participación Social se concibe como un legítimo derecho de los ciudadanos.
Es la disposición que tenemos todas las personas para participar de manera responsable en la toma de decisiones y en la solución de problemas en distintos aspectos de nuestra vida.
¿Cómo hacemos participación social en la escuela? La mejor manera es organizándonos y formando parte de los Consejos Escolares de Participación Social en la escuela de preescolar, primaria y secundaria pública o particular.
La Participación Social en la Educación precisa de la colaboración organizada de actores sociales como los padres de familia y representantes de sus asociaciones, maestros y representantes de su organización sindical, directivos escolares, exalumnos, así como los demás miembros de la comunidad interesados en trabajar con el fin común del mejoramiento del centro escolar. En este sentido, los actores orientan sus intervenciones en las decisiones que competen a la organización e instrumentación de los servicios que se ofrecen en las escuelas.
Esto implica por supuesto, que participen en la planeación, el seguimiento y valoración de las acciones educativas a fin de optimizar la calidad del servicio prestado.
Asimismo, para cerrar el círculo, esta participación requiere atender la transparencia en la información y la rendición de cuentas, entendidas como elementos que, si bien no la determinan, sí permiten la construcción de la calidad educativa.